"EL BÉ DE LA HUMANITAT HA DE CONSISTIR EN GAUDIR AL MÀXIM DE LA FELICITAT QUE ES PUGUI,
SENSE DISMINUIR LA DELS ALTRES." 



Un ser humano es parte de un todo al que llamamos "universo», una parte limitada en el tiempo y en el espacio. Este ser humano se ve a sí mismo, sus pensamientos y sensaciones, como algo separado del resto, en una especie de ilusión óptica de su conciencia. Esta ilusión es para nosotros como una cárcel que nos limita a nuestros deseos personales y a sentir afecto por unas pocas personas que nos son más próximas. Nuestra tarea ha de consistir en liberarnos de esta cárcel ampliando nuestros círculos de compasión de modo que abarquen a todos los seres vivos y a toda la naturaleza en su esplendor.

Albert Einstein

·

 

El Proceso Hoffman de la Quadrinidad

El Proceso Hoffman de la Quadrinidad es un método poderoso de autoconocimiento y autotransformación cuyo objetivo es desarmar los aprendizajes negativos de la infancia, que crean bloqueos y limitan el propio desarrollo en la vida adulta. Abre e integra el mundo emocional y espiritual, recuperando la libertad y el amor por uno mismo, para el resto de la vida.

La enfermedad como negocio

Montse Arias

Cuando el doctor Hamer, después de años de observación y tratamiento del cáncer, explicó al mundo que en el origen de esta enfermedad siempre había un conflicto psicológico y que la curación empezaba cuando el paciente era capaz de localizarlo en su interior y resolverlo, puso el dedo en la llaga... y el sistema médico-industrial se le echó brutalmente a la yugular. No podía permitir que alguien pusiera en evidencia, y en peligro, la compleja red de negocios en torno al cáncer. Hamer acabó en la cárcel acusado de ser un peligro público (en la actualidad sigue tratando a pacientes de todo el mundo desde el más discreto de los anonimatos).

La historia de la medicina, y muy concretamente del cáncer, cuenta con otros episodios parecidos. En las décadas de los cincuenta y sesenta, Gaston Naessens desarrolló el GN-24 y el 714-X, ambos productos anticancerígenos que, a pesar de su comprobada y espectacular eficacia, no pudieron ayudar apenas a nadie. Naessens, aunque no fue condenado (contó en el juicio con el apoyo de pacientes suyos que se presentaron como prueba irrefutable del poder curativo de sus tratamientos), sufrió el bloqueo de sus medicamentos.

Son ejemplos del corporativismo de las instituciones médicas y de la inmediata y violenta reacción de la industria químico-farmacéutica contra cualquier evidencia de que al sistema médico-industrial no le interesa potenciar la salud, sino rentabilizar al máximo los negocios creados en torno a las enfermedades. Así que cualquier interferencia en sus planes, sobre todo si se percibe exitosa, es atajada de raíz; a la institución médica no le preocupan los posibles fallos de las otras medicinas, sino sus efectivos aciertos.
No se puede, ni se debe, analizar el tema de la medicina fuera del contexto del sistema, diseñado y controlado por las gigantescas industrias transnacionales, entre cuyos planes está el de acabar con toda actividad que pueda desarrollarse al margen de ellas; especialmente si es autosuficiente y funciona a nivel local. De ahí la guerra abierta contra la agricultura tradicional y la agricultura biológica, contra las formas de vida de los pueblos indígenas, contra las energías renovables... contra las medicinas tradicionales y las otras medicinas.

No son situaciones casuales ni desconectadas, sino que responden a unas normas muy concretas. Son las normas de la OMC (Organización Mundial del Comercio), que ha sustituido las leyes de la Naturaleza por las leyes del mercado, convirtiendo todo, incluida la propia vida y la salud de las personas, en pura mercancía.

Leer mas ...

El Negocio de la Enfermedad - Compilación

Di Sí a las drogas... de tu cerebro

Disfruta de los efectos de las drogas endógenas como dopamina, adrenalina, noadrenalina, acetilcolina, endorfinas y serotonina.
Tu cerebro es capaz de producir drogas endógenas que superan los efectos de la cocaína, heroína, el alcohol y los tranquilizantes.

Entra en Tavad